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La calma después de la batalla... |
Nuestra historia comienza con un
cruce de caminos, como tantas otras historias.
Concretamente en un lugar que permite
que nos dejemos llevar por la imaginación a sitios insospechados, sin límites,
ni barreras… Y el deseo y la lujuria presiden cada minuto.
Comenzaba una parte de mi vida
relativamente nueva, de la que no sabía qué esperar; tan sólo sabía que mi
curiosidad no tenía limites: estaba dispuesta a dejarme llevar y aprender diligentemente
lo que me quisieran enseñar.
4th se puso en contacto conmigo
y tras un corto intercambio de mensajes, al finalizar la semana ya está
llamando a mi puerta…
Le hablé sobre mi pasión por el
mundo de las geishas y en seguida me propuso escribir en su blog e ir a
visitarle a su ciudad.
Aquello me pareció una locura… una
locura deliciosa a la que no supe decir que no, y así comienza mi primera
aventura…
Los días se prolongaron hasta
hacerse semanas, y casi sin darme cuenta, me convierto en su Geisha y soy
bautizada con un nuevo nombre, Kitsune.
Ahora mi deber será servirle en todo lo que necesite y estar a su
lado. Ir interiorizando mis funciones, adelantarme a sus deseos y saber como y
cuando he de satisfacerlos, cuidarle, conseguir que mi comportamiento sea para
él motivo de orgullo, y acatar con humildad mis castigos cuando sean necesarios.
Muchas cosas son nuevas para mi, pero él me enseña todo lo que debo saber;
escucho, aprendo, vivo.
Nuestras primeras experiencias
juntos fueron excitantes y divertidas, empezamos a conocer gente y experimentar
estos encuentros y con cada pareja que quedábamos era algo nuevo que aprendía y
me servía para ir conociéndole e ir soltándome cada vez más.
Organizamos finalmente nuestro
primer viaje juntos, y ponemos rumbo a
Madrid para ir al Orgullo Gay y disfrutar de sus locuras….
Antes de salir de casa, se acercó
a mi con esa mirada de “estoy tramando algo” y me dijo que se me olvidaba algo.
Muy despacio y tomándose su tiempo me fue subiendo el vestido poco a poco. Sacó
del bolsillo de su pantalón unas bolas chinas, me obligó a abrir la boca y
lamerlas. Con su otra mano fue apartándome las braguitas hacia un lado.
Todo eso me estaba poniendo
muchísimo y cuando fue a meter sus dedos dentro de mi para dilatarme, estaba ya
muy mojada. Me quitó las bolas de la boca y las metió dentro de mí. Me miró y
me dijo, “mira como me has puesto la mano zorrita”.
Durante el camino íbamos
organizando el viaje, hablando con parejas para quedar, con alguna chica, para
liarla un poco los días que estuviéramos allí.
Íbamos preparándonos por el
camino, alguna parada en las áreas de servicio, alguna foto para enviar de como
se la comía mientras conducía que anticipara nuestra llegada.
Acabamos en un pueblo de Madrid
conociendo a una pareja, J&S un encanto los dos y un morbazo...
La noche se alargó y el plan de
unas tapas “para saludarnos” pronto derivó en miradas traviesas y comentarios
con doble sentido hasta que entre copas
y risas comenzamos a jugar en la piscina de su casa; la temperatura del agua,
las luces en el fondo, y la compañía, nos aseguraban un gran comienzo para el
fin de semana…
S y yo comenzamos a calentar a
nuestros chicos. Mientras mi chico me sujetaba en brazos dentro del agua, ella
me besaba y me masturbaba con sus manos, y yo ya solamente podía dejarme llevar
por todo ese erotismo.
4th me follaba tan fuerte
como a mi me gusta, mientras yo le comía ese coñito tan jugoso a S y J la
sujetaba en la piscina. Claro.. Acertáis: nos fuimos dentro de casa para seguir
con el juego y acabar follando entre los cuatro.
Al día siguiente nos esperaba una
sorpresita llamada Ariel. Una pequeña sirenita, con un toque travieso y
macarra, pero a la vez muy dulce y juguetona.
Entre nosotras fue amor y
conexión desde el primer momento.
Todo muy dulce y muy cariñoso
desde el principio, todo eran besos entre los tres por la calle, abrazos,
mimos. No nos importaba que mirara la gente.
Después de cenar nos fuimos al
hotel los tres. Las dos nos fuimos juntas a la ducha para asearnos, yo la
limpiaba a ella y ella a mi.
Y después de un largo día, viendo
cabalgatas del Orgullo, repartiendo tarjetas con nuestros números a las chicas
que nos gustaban y trasteando un poco por ahí, nos fuimos a la cama los tres
juntos a dormir.
La sensación de dormir entre
ellos, con mi chico detrás abrazándome y yo abrazando a Ariel fue muy natural y
placentera, algo que me encantaría volver a repetir.
4thwall me despertó con su
erección golpeando entre mis nalgas, con besos ardientes mientras me agarraba
del cuello (le encanta inmovilizarme) y yo como pude me estiré para despertar a
Ariel con caricias y besos tiernos, hasta transmitirle la excitación que yo
misma sentía y desencadenar con ello varias horas de sexo y desenfreno.
La mañana fue fabulosa, todo eran
juegos, caricias, morbo, excitación.
Sacamos la maleta llena de
juguetes, la cámara de fotos y la habitación comenzó a arder. Nuestros gemidos
se fundían con el golpe de las duras penetraciones, de las cachetadas y el
sonido martilleante de los vibradores, todo el ambiente estaba caldeado, nuestros
cuerpos resbalaban por la mezcla de aceites y de las gotas de sudor que corrían
por nuestras espaldas.
Fueron horas de pura lujuria y
diversión, la habitación era un campo de batalla, todo “patas arriba”, olor a
sexo y lubricante, todos los sentidos conspirando para que las ganas por seguir
se recargaran rápidamente...
El viaje a Madrid fue una
sorpresa tras otra, el comienzo de muchos viajes juntos, de experiencias nuevas, muchas por conocer y descubrir.
Y muchas más oportunidades para
que mi Danna me siga enseñando…