lunes, 5 de abril de 2021

No estamos locos....


Dado que el Cuarto Muro ha navegado las aguas del mundo swinger, del BDSM, de las no-monogamias éticas y el poliamor, de las reflexiones sobre la importancia del sexo en el resto de los aspectos de lo que es el ser humano, creo que no está de más una entrada (esta) en la que recopilar poco a poco enlaces y referencias que considero que pueden ayudar a quien llegue a todo esto con curiosidad, preguntas y sin saber por dónde empezar...

Actualizaré estos enlaces a medida que aparezcan, por si a alguien más, como a mí, le gusta ver que el mundo es tan variado que hay muchas personas en todas partes teniendo esta misma conversación... 

Y si alguien tiene comentarios... Serán siempre bienvenidos; podéis usar los mensajes privados si os parece preferible... 


-------------------------------------------------

No estamos locos... O sí, pero no somos para nada los únicos.

https://www.theatlantic.com/video/index/556988/open-relationship-nonmonogamy/

-------------------------------------------------

¡Peli poliamorosa!

Esto va llegando al mainstream. Ya tenemos película! Primero fuerons los gays, luego empezó a verse el rollo swinger en el argumento de las series de TV o alguna obra de teatro, ahora llega una peli de comedia para todos con el tema del poliamor.. Será un desastre, pero en este sentido, al menos alegrémonos de que no sea ya un tema para marcianos...


-------------------------------------------------

Considero que este es un buen artículo, accesible y ligero, para quien quiera de verdad leer algo de "Poliamor para principiantes":

https://www.insider.com/things-people-get-wrong-about-polyamory-2018-7

-------------------------------------------------

¡Peli swinger?

Ayer vi una película en la que de la nada y de repente, salió el tema del intercambio... 

Igual es por mi sesgo, pero me pareció que la pareja que lo vivía salía mucho mejor parada de la película que la que no, lo cuál es ya refrescante, creo. Os la recomiendo, te ríes mucho, y odias de una forma muy íntima algunas cosas de Javier Cámara.. qué bien lo hace!!

https://www.imdb.com/title/tt11028768/

La obra de teatro (es obvio por el formato que en realidad estamos viendo teatro) se llama "Los Vecinos de Arriba". La recomiendo!











viernes, 2 de abril de 2021

Sexo sin Amor // Amor sin Sexo

- ¿Juan?. Ay, no sé. Es atento, nos reímos mucho, nos llevamos bien, y hemos vivido tantas cosas juntos... Pero tía, creo que ya no le quiero. Y el caso es que Raúl pasa mucho de mí y a veces no contesta en tres días o me da malas contestaciones, pero es que le veo y me derrito... Creo que me estoy enamorando.

(En cualquier banco de un parque, entre dos amigas cualquiera.) 

(Aprovechémonos ahora de una historia de crecimiento cualquiera, que a muchos sonará familiar...) A nadie sorprenderá encontrarse en este blog una defensa del sexo sin amor. 

 Si una o dos generaciones atrás fue menos frecuente (y no lo sé, quizá simplemente fue más difícil y por tanto mejor ocultado, pero si los "dos caballos" hablaran, ¡qué historias no contarían!) hoy lo raro sería encontrar quien se espante ante las nociones de un polvo de una noche y si te he visto no me acuerdo, los amigos con derecho a roce, o adolescentes que se enrollan en la panda de amigos y con un miedo a la responsablidad que no le tienen a las ETS lo definen con un: "¡pero no somos nada, ehhhh!". 

 A menudo, sobre todo con la inexperiencia, podemos confundir o ver en nuestros amigos la confusión de que el deseo se interprete como "amor". Quién no le ha dicho a un buen amigo, cegado de más: "lo mejor que puede pasar es que echéis un polvo, a ver si se te pasa". 

En la adolescencia, falto de experiencia, ante el objeto de deseo las hormonas nos golpean, la adrenalina se dispara, y se ve uno tan fuera de sí que se cree arrollado por una pasión incomprensible, nunca antes vista por persona viva o muerta, que ni Rilke supo entender y a la que Bécquer no llega a hacer justicia con su "Rayo de Luna". 

 Luego a uno le enseña el tiempo a separar aquellas personas con las que tiene experiencias de las que uno sale pensando "espero que no le parezca mal si me voy a dormir a mi casa, voy a dejarlo caer con tacto" de las personas con las que piensa "¿le gustará la idea de irnos juntos a Cádiz este verano o se va a espantar? Voy a dejarlo caer con tacto"... 
Y de forma natural, según lo que vive, lo que lee, lo que el cine dice y lo que le rodea, llega a la sana conclusión de que existe el sexo sin amor y que si uno lo practica con respeto, es una maravilla para ambas partes (¡o para la multitud de las partes, según el gusto y la oportunidad!). 

La idea cala, y el adulto funcional medio disfruta según su inclinación del sexo que le va, sin necesidad de teñirlo de otra cosa cuando no lo sea. ¡Sorpresa! Es la primera frase referida a nuestro pobre Juan la que a mí ahora mismo me revuelve. 

Y las tengo peores, seguro, lector, que has oído alguna parecida: 

 - ¿Esa? Esa es la madre de mi hijo. (¿Hace falta que os diga el tono?). 

 - Creí que nos queríamos mucho, pero luego se enfrió la relación. Ahora busco a mi amor verdadero. 

 - Nos queremos mucho, pero en la cama no nos entendemos. Me da pena por los niños, pero creo que lo vamos a dejar. 

 - Aquella noche me tomé seis copas, acabamos en la cama, y creo que me va a costar el divorcio. Como se le puede hacer esto a alguien a quien quieres tanto... Es lo peor que he hecho en mi vida. 

  ¿Vosotros le veis a todo esto algún problema? 

  Dejemos una cosa clara antes de seguir: en el cuarto muro no se hace apología de ningún tipo de vida. Si la cosa te funciona, como dice la obra de teatro, a por ello. Si tu relación es como el Diario de Noah, lo que más os gusta es escucharos mutuamente al final del día, os perseguís por la casa locos de deseo desde que os conocisteis hace 7 años y no sentís el más mínimo deseo de otra piel, ni confeso ni oculto, ¡gózalo! no te diré que las uvas no están maduras; sólo puedo felicitarte y reconocer que has encontrado una aguja en un pajar y conseguido eludir los mil meandros que acechan para convertir el normal fluir de una relación de pareja en aguas estancadas... Sin embargo a lo mejor resuena en tí esa otra parte. 

El pensamiento íntimo de que cabe el Amor sin Sexo. O con poco sexo, o con otro sexo, o con sexo con otros, o con un sexo que nadie más que los implicados llamaría sexo porque les queda ajeno y no somos nadie sin nuestras etiquetas.  De que no amas menos si deseas diferente. No pasa nada si lo que te pone es mirar a tu pareja mientras se peina y no que te empotre contra el cabecero. No hay que pedir perdón si tras veinte años de convivencia feliz con una mujer te das cuenta de que deseas a algunos hombres...

En fin, de que nos hemos obligado entre todos, o unos a otros (es lo mismo en realidad) a un estándar casi imposible en que tu pareja ha de ser al mismo tiempo la persona que te haga sentir en casa y te sorprenda a cada paso, quien comparta tus aficiones pero te descubra nuevas inquietudes, quien te desee rabiosamente y respete con celo tus días grises, alguien de quien lo sabes todo pero que tiene ese toque misterioso que causa tu locura... 

Esa persona que entiende que quieras salir con tus amigos pero se pasa la tarde del sábado viéndote jugar al fifa, que se arregla todos los días como si fuera de fiesta pero está preciosa cualquier lunes muerta de sueño y con la cara lavada, que se las arregla por sí misma para todo pero rebosa ternura y comprensión cuando no estáis de acuerdo en algo. 

A mí, personalmente, este mito romántico me parece una suerte de quimera mitológica, no sólo irreal sino irrealizable, y la verdad no sé si me da más terror o pereza plantearme que exista realmente alguien así, pero desde luego no me gustaría pasar mi vida a su lado y soy de los que ven belleza a la vida también en su finitud, sus imperfecciones y las elecciones a las que nos obliga... Y apostaría a que no soy el único. 

Tiramos piedras contra nuestro propio tejado pidiéndole demasiado al amor, de una vez, todo mezclado, con fuerza arrolladora para hoy y siempre, para negarle su existencia cuando el amor se nos presenta, como todo en esta vida, en mil formas más complejas cuanto más de cerca se mira, resistiendose a nuestras categorías y la dictadura de nuestras expectativas. 

Conocemos el amor a los hermanos y a los nietos. El amor a los amigos, al trabajo bien hecho, a tus mascotas, la naturaleza, a los libros e incluso a la melancolía. Conocemos el amor a un momento pasado o a una persona que ya no está... el de los abuelos, el de un ideal o una canción. Conocemos en muchas pasiones que duran una vida y otras que quedan en forma de sonrisa en el recuerdo...

Me produce por eso una perplejidad tremenda que no sepamos conocer en el ámbito de la pareja el amor separado del sexo, o de alguna forma limitado en el tiempo y el espacio. Es ya malo de por sí confundir las categorías, lo que "es" con lo que quisiéramos que sea, por lo que nos limita en entender el mundo.

Pero es que no es en este caso una cuestión académica, si no que sirve para que nos dediquemos a autoinflingirnos tremendos sufrimientos. 

Donde uno dice en un cierto contexto "Ella es la madre de mi hijo", todos deberían entender "Puede que ya no vivamos juntos pero es una de las personas más importantes de mi vida, y con quien comparto la profunda responsabilidad de ser padre. ¡Nada menos!".

Donde dice: "ahora busco el amor verdadero", debería decir "tuve la fortuna de compartir una historia con esa persona que tuvo un final, como casi todo.. Y sólo puedo desear tener de nuevo la misma suerte". 

Donde dice: "me da pena por los niños pero lo vamos a dejar", debería decir "los niños están felices, nosotros también, y la verdad... no es perfecto, pero es fantástico!". 

Donde dice: "es lo peor que he hecho en mi vida", podría y debería decir "eso sí, el polvo estuvo genial pero cuando llegué a casa y se lo pude contar a mi mujer estuvo mejor todavía... aunque el sábado que viene me tocan a mi los niños porque va a salir ella... XD". 

Donde la inercia nos lleva a pensar que si el sexo difiere, cambia, disminuye o es compartido con terceros, no hay amor, la pregunta que quizá conviene hacernos es, ¿qué hay de malo en ver el sexo y el amor como realidades relacionadas pero no dependientes, de forma que juntos son fantásticos, pero también por separado pueden ser afirmación de libertad y de generosidad con otros y con nosotros mismos? 

Esta, ya se ve, es quizá la entrada más personal que he escrito; cualquier lector del blog sabe de mis experiencias swinger, de mis relatos, de mis encuentros y de mis.. amistades...

Así que ¿por qué no ir un paso más allá y confesarme del todo?

Me confieso un hombre blanco cis heteronormativo. (No "el" hombre blanco hetero, con el que discrepo en muchos temas). Esto me deja fuera de parte de la conversación de estos tiempos sobre el género fluido, las distintas formas de deseo, la lucha LGBTQI+ o las intimidades de la perspectiva de género, con quienes no obstante me encuentro en deuda porque muchas de sus luchas acabarán por ser las mías. 

Me confieso también "queer" (por raro) a mí manera. Amante del BDSM, mosca cojonera en general con las normas que no entiendo ni comparto, polisexual, con una voracidad un tanto insaciable por el formato trío y el sexo en grupo y mi ya muy traída y llevada aquí fantasía de la desconocida, y presa fácil del Efecto Coolidge (¡Premio! ¡otra entrada!). 

De Sabina me llegan muchas letras pero me retrata aquella muy descarnada frase de "y sin embargo un rato, cada día, te engañaría con cualquiera, te cambiaría por cualquiera". O aquella de "sabes mejor que yo que hasta los huesos solo calan los besos que no has dado, los labios del pecado"... 

Me confieso incapaz del amor de las películas que lo ocupa absolutamente todo. No sé si existe en otros, pero no existe en mí. Mi mente sólo deja de molestarme instalada en la multitarea, mis intereses son variopintos y cambiantes, mi profesión ha sido algo que he puesto patas arriba cada X años y mi lista de lecturas sería difícil de explicar si se le busca algún tipo de hilo conductor. 
Y esto, en conjunción con lo anterior, obviamente me ha deparado dolores de cabeza y disgustos, y conversaciones, y dudas, y luchas internas. 

Me confieso capaz y fiel a otro amor que nace del cuidado y la responsabilidad. De aceptar lo que soy para otros y no fallar en lo que prometo. De acompañar a mi pareja, a mi familia, a mis amigos y colegas en sus inquietudes y anhelos en lo que esté en mi mano, sin decirles a dónde les deben llevar, y dejando que cometan sus propios "errores", (que pueden no ser tales para ellos) y sabiendo que nadie aprende en piel ajena.

Me confieso entregado por completo a la tarea de acompañar a mis hijas a lo largo de toda su vida, en todo, como la mayor responsabilidad que puedo concebir y mientras me quieran a su lado. 

Me confieso por último devoto de la fé en que al amor no se le dice la forma que debe tomar, si no que se debe escuchar y ver y aprender de lo que la vida te va trayendo, sin intentar meterlo en una caja concreta que no sea la de aquello que te funciona a tí y a la gente que te rodea y a la que quieres. 
De que no se limita necesariamente a una persona, un momento de la vida ni a tomar una forma predeterminada, y que si tienes los ojos abiertos, puedes verlo en todas partes, pequeño y grande, esperando a que lo aceptes sin compararlo con otro Amor abusón e intimidante que todo lo puede de boquilla y luego nunca echa un cable cuando se le echa en falta.

.................................

 Me ha quedado la entrada grande, o pequeña, según se mire, porque llego a la conclusión de que decir que existe el amor sin sexo, es como decir que lo hay sin mermelada. 

Trasciende al sexo en tantas formas (dicho por alguien tan sumamente sexual.. pero es que el sexo tampoco es sexo si no poder y juego, como ya sabemos), que no pertenecen a la misma categoría. 

Si tienes claras tus definiciones, y coinciden con las mías, la afirmación se parece a la de quien nos dice que no todas las frutas son manzanas... Podemos atisbar por qué lo dice, pero en cuanto lo analizamos un poco, nos damos cuenta de que es algo que sabíamos ya desde el principio.

COROLARIO.

El sexo no tiene al amor como condición necesaria, ni al revés. 

Si algo funciona para los implicados, aquí y ahora, no te compliques y disfrútalo. Nada es como "debe ser", esas categorías sólo traen frustración; ya es difícil conectar con alguien como para imponerte requisitos y complicar aún más algo de por sí ya complicado.

Everything is about Sex




A menudo me pregunto, o me preguntan, si vivir una sexualidad y un modelo de pareja y de relaciones alternativo (¡y que poco me gusta esta palabra!) no supone un esfuerzo excesivo, un protagonismo del sexo y el deseo inmerecidos en la vida de uno y llamado a desequilibrar el resto de aspectos del día a día y a sacrificar en cierta forma el marco de proyecto vital por la gratificación inmediata y poco contenida.

Sería algo así como permitir que mi "Instant Gratification Monkey" dirija mi vida sexual y familiar. (Esto tiene una explicación, y este blog saldrá mucho por aquí en el medio plazo porque me parece un hallazgo. Ve aquí y disfruta. Por si no lo conocías, de nada.)


Cuando esto ocurre me acuerdo también de una cita atribuida a Oscar Wilde (no me he parado en comprobar si es apócrifa, quizá nos lo aclaren en los comentarios): "Everything in the world is about sex except sex. Sex is about power." (Actualizo: si me he parado y como siempre, es más complicado de lo que parece y probablemente nunca lo dijo Oscar Wilde. Si tienes curiosidad, sigue por aquí.)

Y por supuesto la cita es hiperbólica y existen la familia, el placer intelectual, la bondad espontánea, la amistad y la empatía... Pero todos sabemos cuando miramos con sinceridad en el fondo de nuestras motivaciones y en los deseos e impulsos que pueblan la vida diaria que Oscar Wilde mete el dedo en la llaga y tiene más razón de la que a nuestra sociedad le gustaría admitir. Hay otras cosas, pero dejémoslo en que "almost everything".

Hay un camino facilmente marcado en las relaciones de amistad, de familia y de pareja, que se puede recorrer casi de memoria sin pedir ni dar explicaciones y sin necesidad de reflexión. Es una memoria social, colectiva, anterior... Tiene su razón de ser y puede verse bajo muchos puntos de vista como justificada antropológicamente, como un instrumento práctico, como una realidad histórica, como un constructo socioeconómico... Si bien es verdad que es más nueva y menos estable de lo que tendemos a pensar, tanto en el tiempo como en el espacio. (Sí, esto es oooootra entrada).

A algunos este camino "fácil" nos produce no obstante una suerte de tremor sordo, como de fondo, un desasosiego indeterminado y muy dificil de explicar, pero parece que a cambio por lo menos podemos contar con que este guión ya tan conocido ("ándame por lo segao", decía siempre mi abuela) está libre de minas explosivas. Con el tiempo te das cuenta de que no, de que las trampas aún acechan y de que las rosas pinchan aunque mires a otro lado.

Me viene a la mente algo muy de 2021, y es el discurso de algunos para criticar esta o aquella vacuna. "Produce trombos", "no está suficientemente probada", "tiene efectos secundarios"... Incluso si no exagerasen los datos para apoyar su posición, y lo hacen, parecen perderse el error fundamental del argumento:

Muchacho, no estás eligiendo entre asumir los riesgos de vacunarte o no. Estás eligiendo entre asumir los riesgos de vacunarte y los de contraer COVID-19 de forma natural y echar los dados a ver cómo te afecta. Y esto sólo en un nivel de egoísmo absoluto, sin entrar ya a cómo afecta la vacunación masiva a la sociedad en general.

¡VACÚNATE!

Así, cuando uno intenta pensar por sí y para sí un modelo de familia, relación, sexualidad  y sinceridad un poco fuera de lo común, se encuentra a los que gustan de anunciar el castigo de las siete plagas de Egipto y el fuego eterno para quien se atreva a morder de la manzana prohibida y hacer preguntas que no debe... 

Estos delimitadores de las primaveras, que tan poéticamente bautizó Silvio, se olvidan convenientemente de apreciar que la vía sancionada por ellos está lejos de ser un camino de rosas. La familia nuclear de papá, mamá, pedrito y silvia es ya casi una rareza, la tasa de divorcio está en un 60% y todos sabemos que la aparición de nuevas formas de relacionarse, de entender el género, el sexo, la identidad, la familia y las relaciones es imparable. 

Nuestra época no ha inventado nada nuevo, y no con todo estaremos de acuerdo, pero desde luego la oportunidad de poner patas arriba todas estas cuestiones supuestamente ya contestadas la estamos cogiendo con entusiasmo.

Así pues, el Cuarto Muro será durante una temporada un lugar para la reflexión sobre ese "Almost" también, que rodea y contacta con el sexo, pero no es el sexo. Sobre la aventura de compartir y explorar territorios desconocidos con curiosidad sincera, sobre la entrada que me debo de "Sexo sin amor / Amor sin sexo", y de vez en cuando, sí, sobre lo que siempre se ha traslucido de mí en mis textos, para un ojo mínimamente atento, que sería la última parte de la cita... 

Sex.. Sex is about power. Las expectativas de un cuerpo te llevan hasta la cama, pero sólo la pasión por el juego puede llevarte más allá....