El principal problema que uno afronta al explicar este modo de vida a quien no forma parte de él, es curiosamente el de justificar la propia existencia. Tengo un ejemplo muy reciente, pero son ya muchos, y las frases de incredulidad son siempre similares, expresadas con distintos grados de tacto o respeto; "eso es imposible", "eso no es ser pareja de verdad", "cuando quieras realmente a alguien no serás capaz de decirme lo mismo", etc. etc. o ya un poco al ataque "eso es faltarle al respeto a tu pareja", "no se puede usar así a alguien" o "te habrá funcionado con alguna gente pero a mi no me engañas".
Excluyendo aquí, por supuesto, los ataques más personales y clásicos que si parten de un juicio de valores, lo curioso del caso es, precisamente, que el principal obstáculo no es el desacuerdo en los valores, si no esa incredulidad, una negación casi ontológica de que uno existe, respira, vive, y tiene derecho a su sentir y a su pensar, más allá de los criterios de su interlocutor.
Vaya por delante: seguro que yo cometo la misma falacia en otros ámbitos, o también en éste. Sin embargo hablar de ella, reconocerla, tenerla presente, siempre será una ayuda a la hora de darnos cuenta si analizamos nuestro propio discurso de que podemos caer en ella.
Realidad e imaginación humana mantienen una relación complicada, pero mucho menos íntima de lo que parece creer el ciudadano medio, de cualquier lugar o tiempo. A medida que uno abandona sus años más tiernos, aprende que no todo lo que es capaz de imaginar existe, o puede razonablemente existir con las reglas de la física que hemos observado y que nos rigen; cualquier niño se imagina lo que sería poder volar, tener una fuerza sobrehumana, vivir eternamente o poseer un conocimiento ilimitado. En unos más y otros menos, la madurez trae consigo el abandono del pensamiento mágico y nos permite distinguir el mundo imaginado del mundo observado, y tener un criterio más o menos sólido sobre cuáles de las cosas que somos capaz de imaginar, son, en efecto, razonablemente probables en el universo en el que hemos aparecido. A veces incluso, y que fascinante vivir uno de esos momentos, algo que hemos imaginado y creído imposible se nos aparece para recordarnos que estamos empezando a descubrir algunas de las reglas del juego, pero afortunadamente queda un largo camino por recorrer.
Esta capacidad es imprescindible para nuestra supervivencia y nuestra higiene mental, y de hecho un pilar fundamental de la salud mental es la capacidad de separar la imaginación de la realidad.
De este fenómeno deriva el otro, el que nos ha traído a otro post soporífero de 4thWall_filosofía_de_la_hora_del_café: nuestra mente, siempre deseosa de establecer conexiones e interdependencias, decide con gran falta de rigor que la inversa es cierta y que aquello que nosotros no podemos imaginar, no se puede dar en la realidad.
Desde luego, no se limita a las convenciones sociales, a la mirada del otro o a su forma de sentir. Es un vicio en el pensamiento que siempre acecha; cuando Van Leeuwenhoek habla a la sociedad científica de los animáculos que ha observado moviéndose por el agua, la primera crítica es por supuesto esa. Es imposible que existan formas de vida tan pequeñas, nunca las hemos observado y no podemos imaginar cómo todo lo necesario para la vida cabría en tan poco espacio. Puesto que no podemos imaginarlo, decidimos que lo que falla es la realidad, y no nuestra imaginación.
Cuando se propuso la tectónica de placas, cuando Warren defendió que había una bacteria viviendo en los ácidos gástricos y causándonos úlceras o aún hoy cuando alguien usa el argumento de la complejidad irreductible para negar la evolución, se está incurriendo en el mismo error: "puesto que no puedo imaginar cómo funciona, como puede existir u ocurrir algo, deduzco de ello que en realidad, no funciona, no existe, no ocurre". Incluso cuando el trapecista que cuelga todo su peso de un meñique está delante de nuestros ojos, tan innegable como cualquier otra cosa que podamos creer, exclamamos "(yo nunca podría hacer eso!) eso es imposible!".
En tres líneas, una verdad de perogrullo. En la relación entre tu imaginación y la realidad:
No todo lo que puedes imaginar se da en la realidad.
No todo lo que se da en la realidad eres capaz de imaginarlo.
Cuando se produce un conflicto entre ambas sobre la existencia o no de cualquier fenómeno, la realidad prevalece por definición. Lo que tu seas capaz o no de imaginar, ni lo hace aparecer por arte de magia (por favor, que a nadie se le ocurra volver a proponerme que lea "el secreto"), ni le pone límites al Universo.
La vida social, el vivir en comunidad, las modalidades del sentimiento, son sólo una instancia más, en nada especial, en la que observamos esto.
En determinadas culturas, si le preguntas a una persona perfectamente integrada y adaptada en sociedad si es correcto que la esposa de un hombre se monte en un coche a solas con otro que no sea su padre o su hermano te dirá que desde luego que no, que si es capaz de hacer eso, es que no le respeta. Y que el que diga lo contrario, se equivoca con respecto a lo que significa el matrimonio.
En determinadas épocas, un insigne pensador de su tiempo, piedra angular de nuestra cultura 2000 años despues, defendió con calmada parsimonia las bondades de la esclavitud, algo que nos resulta inimaginable que pueda defender una persona inteligente.
En la nuestra, en nuestro tiempo, a pocos días del Orgullo Gay, es fácil recordar como a muchos les cuesta imaginar que dos hombres quieran unirse, celebrar un matrimonio, y unir sus vidas. No lo entienden, lo que no entienden les da miedo, y ante ese miedo, deciden atacar primero. La ridícula justificación etimológica de indignarse porque se llame matrimonio (buena suerte con la desambiguación, Wikipedia!) a una unión sin una mujer o una madre, está al nivel de quien diga que no puede tener patrimonio quien no haya heredado lo que posee de un pater o según otra interpretación quien no sea él mismo un pater familias.
La tentación es siempre la misma: de ver en los demás el ejemplo de incomprensión, y ver en nuestra propia cultura y tiempo el justo medio, lo razonable, lo deseable: nosotros y ellos, los que no saben bien lo que dicen, lo que sienten o lo que viven.
Creo que los ejemplos son claros, y el post lo suficientemente espeso. He intentado deliberadamente mantenerme alejado del que en realidad es el asunto que compartimos los que formamos el blog para preservar la neutralidad en lo posible y permitir a cada cuál su propia reflexión. Seguro que los comentarios o un futuro post remedian eso. Gracias, en cualquier caso, si has llegado hasta aquí... Tengo tan sólo una pregunta más...
Es posible, querido lector, que alguna vez hayas pensado de mí y de lo que hago que, puesto que no puedes imaginar que sea como digo, en realidad no es, puesto que tu imaginación no falla nunca?
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PD.- Desgraciadamente, justo después de acabar el post me he puesto a leer la prensa y he dado con esta noticia en portada, que no había visto antes de ponerme a escribir.
http://internacional.elpais.com/internacional/2012/07/09/actualidad/1341826942_546882.html
Lo último que quisiera es banalizar la tragedia. Me resulta inimaginable a mi también como es posible que todos esos hombres miren y jaleen mientras todo ocurre. Ojalá eso significara que algo así no puede ocurrir nunca en realidad... :(
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PD.- Desgraciadamente, justo después de acabar el post me he puesto a leer la prensa y he dado con esta noticia en portada, que no había visto antes de ponerme a escribir.
http://internacional.elpais.com/internacional/2012/07/09/actualidad/1341826942_546882.html
Lo último que quisiera es banalizar la tragedia. Me resulta inimaginable a mi también como es posible que todos esos hombres miren y jaleen mientras todo ocurre. Ojalá eso significara que algo así no puede ocurrir nunca en realidad... :(
Me ha encantado tu post (para no variar XD).
ResponderEliminarYo soy la primera que siente una tendencia natural a rechazar todo aquello que no puedo entender. Así que intento asumir que el mundo es más grande de lo que mis cortas entendederas son capaces de abarcar.
Afortunadamente, a los poquitos que les conté el secreto (y que no pertenecían a este lado) lo entendieron perfectamente. Espero que siga siendo así...
Ni siquiera es ya que te entiendan... a veces es simplemente que acepten que existe todo esto.. XD si hacemos números, los de la vida liberal seguro que somos más que los coleccionistas de trenes eléctricos.. xD pq nadie les dice a ellos que lo suyo no es posible? porque yo desde luego no entiendo que alguien se pase las horas con eso!
EliminarCuando me encontraba estos post tan largos y espesos tratando de leer todo tu blog, se me hacían un poco cuesta arriba, pero ahora, sin las prisas de leerlo todo, me resultan de lo más agradable de leer. Efectivamente queda mucho por pensar en nuestro tipo de relaciones y por eso es fantástico que haya gente como tú tirando del carro y hablando tan claro, por ejemplo, de los límites entre imaginación y realidad. Como el tema es inmenso y para comentar en largo mejor aportar cosas desde el blog de cada uno, sólo te comento, al respecto de las reacciones de la gente, que ayer estuve leyendo el primer capítulo del último libro de Richard Ford (Flores en las Grietas) titulado "Qué escribimos, por qué escribimos y a quién le importa" y comentaba que había notado una gran diferencia entre los tiempos en que él empezó a escribir (los años setenta) y lo que pasa ahora, en donde la gente es mucho más proclive a decir que no, que no es eso, que eso está mal, etc. Ford no entra a analizar el por qué, pero yo supongo que los setenta fueron años mucho sólidos pero más abiertos y que la confusión reinante en la actualidad lleva a la gente a decir NO con mucha mayor facilidad. No a la imaginación, no a la realidad, no a lo distinto, no a lo otro. Si fuera esa la negatividad de la que nace el pensamiento me daría con un canto en los dientes, pero me temo que la negatividad que expresas al comienzo del post es de otro tipo. Que es una negatividad contra el propio hecho de pensar. Y de imaginar.
ResponderEliminarPues no sé qué decirte J. ¿De verdad crees que en los años setenta había más libertad que ahora? ¿crees que los jóvenes tenían una mentalidad más abierta? Creo que nunca hemos vivido con más libertad que ahora, al menos en Europa... y ¡¡fíjate cómo estamos!! todavía nos falta mucho que avanzar.. pero yo sigo pensando que vamos a mejor :)
EliminarUn placer, Eva, cambiar impresiones contigo, aunque no quisiera abusar de este espacio para no desviarnos del tema que propone 4thwall. No era yo el que comparaba favorablemente los setenta con la actualidad sino Richard Ford. Lo mío era tan solo una interpretación sobre su opinión. A poco que nos documentemos veremos que la apertura mental (liberal) creada por la gente del 68 fue interesantísima pero que se echó tierra sobre ella tan pronto como se pudo. Cosa de una generación. Llegando al 2000, ha sido internet el que ha abierto la puerta o las grietas por donde nos interconectamos, pensamos e imaginamos fuera del sistema, pero el fenómeno no deja de ser subterráneo o como dice acertadamente 4thwall, más bien de "submundo" que de... "mundillo".
EliminarDe las pocas cosas "ciertas" de que se da uno cuenta al leer de historia, si hay alguna, es del movimiento pendular en temas como la libertad sexual, la tolerancia religiosa, los derechos civiles... Estoy de acuerdo con Eva en que el movimiento general es "a mejor", pero el péndulo existe.. Llámese rebeldía hacia los padres, llámese regresión a la media, llámese como se llame.
EliminarLa cuestión concreta en el caso de la libertad sexual es para mi ir afianzando algunas conquistas e incorporar a la "normalidad" aceptada lo que antes fue marginalidad mirada de reojo. Creo que los gays han conseguido eso en los últimos 15 años.. y no sé porque el estilo de vida liberal no podría conseguirlo en los próximos 15!
Pasemos de submundo a... mundo alternativo? XD
Quiero pensar que así será, que en 15 años hablar de este mundo alternativo será algo natural...o al menos una opción respetable.
EliminarPor ponerme pedante, q ya sabes q me gusta... creo q estamos todos de acuerdo en que es una opción respetable, y ahora lo que nos falta es conseguir que sea una opción respetada. :)
EliminarEl tema del funcionamiento del cerebro fascina. Cómo engañándonos nos protege al interpretar cuanto sucede, cuanto recogen los sentidos, cómo es capaz de proyectar lo inexistente, un sueño, una idea, un pensamiento para ejecutarlo, llevarlo a la realidad, crearlo, lo imaginado es creado en la realidad. Otra cosa es lo no creído por nuestro cerebro existiendo en la realidad. Y ahí es donde entran las erróneas instrucciones a veces de recuerdos, memoria, creando el conflicto.
ResponderEliminarY puesto que los sentidos me engañan, y luego mi cerebro interpreta engañándome más, finalizo el comentario sobre cómo veo el mundo, digo mi mundo.
Comparto esa fascinación John.. y aprovecho para recomendarte un par de lecturas, que quizá conozcas ya... "Phantoms in the Brain" de V.S. Ramachandran, Dragones del Eden, de Carl Sagan, o "Why people believe weird things" y "the believing brain", de M. Shermer.
EliminarPodría hablar de todo esto horas sin cansarme, pero creo q probablemente se escapa ya del contenido del blog y nos tomatearían.. XD si los acabas leyendo, escríbeme y comentamos! :)
Realidad, imaginación, imaginación, realidad ...
ResponderEliminarAntes de nada,vuelvo a felicitarte, es buenísimo este post.
Has dado en el clavo, cuando le que todo lo que imaginas no puedes hacerlo realidad! Ya, en ocasiones, me he llegado a sorprender de como lo que he vivido, ni siquiera podría haberlo imaginado en mi pasado más reciente o no tanto.
Somos sociales, si, y como tal sociedad que formamos, somos dispares y diversos, y con ello, nuestra conducta y nuestra opinión (que muchas veces no van cogidas de la mano!)
Querido 4thWall, considero que es dificil ser la persona tan integra que exigimos ser o tener como amigo, novio, compañero, colega, etc. Pero debemos ser sinceros con nosotros mismos y evitar mostrar una imagen que no es la propia nuestra. Mi lema es antes de mentir, es mejor callar! Antes de actuar siendo otra persona, es mejor sentarse y ser espectador de lo que te rodea para observarlo, analizarlo y sacar una conclusión para determinar si vale la pena mostrarse como tal.
Debemos vivir por nosotros, no por los demás.
Los que leemos tu blog (permiteme un poco de vanidad) respetamos, escuchamos, sonreímos y participamos (yo no tanto!) de ello. Algunos aquellos que leen, y callan criticando su contenido, son los que verdaderamente hace que la sociedad que formamos sea así, vacía!!
A mi me encanta tu blog.... Pensar como eres? Sinceramente, me gusta lo que muestras y asomas aquí, sabiendo que aunque no eres todo tú, si que hay una parte de ti, aqui.... y lo que veo me gusta!!!
Un saludo y un beso. (Buf! Cuando escribo me embalo!)
Embálate preciosa.. como si quieres escribir un post entero.. lo subiría gustoso!
EliminarDe tu respuesta me quedo sobre todo con lo de que nuestra opinión y nuestra conducta no van de la mano. Es una verdad a voces que hay críticos venenosos de determinadas conductas a los que se sorprende una y otra vez incurriendo en ellas... Defensores de "la familia" que aparecen vestidos de colegiala en una fiesta sadomaso, o campeones del celibato con amante fija e hijos por ahí danzando..
Volvemos al yo pensado, al yo vivido.. y al problema de siempre.. Por qué no podremos aprender de una vez a ocuparnos un poquito más de nuestros asuntos y un poquito menos de los del vecion? XD
También te agradezco que sepas q esto.. no es todo lo que soy. No todo el mundo parece consciente de ello..
Un besote.. siempre me alegra verte por aquí! :)
"De lo que no veas no te creas nada, y de lo que ves no te creas nada" a eso le sumas la falta de ganas de pensar de cada uno y ya tienes la fórmula perfecta de esa incredulidad y negación hacia ciertos temas. Es muy fácil seguir el camino dictaminado, ponerse las orejeras para solo mirar al frente (como los burros) y hacer oídos sordos al que habla de lo que no podemos ver.
ResponderEliminarCada tiempo y sociedad tiene una educación, unas pautas a seguir y el que se sale del camino es un hereje, según la sociedad de hoy los que andamos por aquí somos herejes, desviados, irracionales, carecemos de sentimientos... Pero no sólo existe este blog, esta temática (amor libre?), este tipo de herejes... Hace unos cuantos posts dijiste que nuestros nietos (hablo de memoria eh!) se reirían por tener que ocultarnos de la sociedad en general por tener estos gustos, seguramente tengas razón, pero no sólo se reirán de ésto, sino de nuestra vestimenta, forma de relacionarnos, creencias religiosas, estructura social, de la aún permanencia de clases sociales...
Un saludito, taluego!!
Y será sano que se rían! Igual que se horrorizarán de otras, y seguramente habrán incorporado algún nuevo "vicio" de cuya malignidad no son conscientes y ante el que nosotros habríamos arrugado la nariz..
EliminarSiempre estas reflexiones me hacen volver a recordar este texto:
"La juventud de hoy ama el lujo. Es mal educada, desprecia la autoridad, no respeta a sus mayores, y chismea mientras debería trabajar. Los jóvenes ya no se ponen de pie cuando los mayores entran al cuarto. Contradicen a sus padres, fanfarronean en la sociedad, devoran en la mesa los postres, cruzan las piernas y tiranizan a sus maestros".
Sócrates, sobre la juventud.. Siglo IV a.c.
Así que no cambiamos tanto en conjunto.. cambia.. el punto de vista de cada cuál! XD
Desde mi punnto de vista creo que mucha de esa gente que osan a hacer juicios de valor son victimas de su propia incultura. Todos en algún momento lo somos pero en esos momentos es donde está la inteligencia, el ser tolerante y educado. Un ejemplo muy sencillo, la alimentación. En Australia comen carne de Kanguro, en Japón sushi y aqui rabo de toro (manjar exquisito en todas sus presentaciones). Para nosotros el sushi es una asquerosidad( a mi personalmente me encanta....yo es que me lo como todo), para los australianos el rabo de toro será algo incomible, etc. En resumen, aquello que nos es familiar y cercano es lo que aceptamos sin llegar a discutirnoslo. Lo suyo sería probar el sushi y la carne de Kanguro y después opinar.
ResponderEliminarEn el momento en que nos introducen un elemento que está fuera de nuestro entendimiento contidiano por miedo lo rechazamos de plano. Nos asusta enfrentarnos a ese posible sentimiento que pueda nacer en nosotros al descubir que existen otras formas de ver la vida y en este caso la sexualidad. Esa lucha interior, ese cuestionarnos que nos pueda gustar y no seamos capaces de afrontar.
En la antigua Esparta la mayoría de las personas eran bisexuales, no se tenía el concepto de celos o fidelidad que se tiene hoy día, la promiscuidad estaba a la orden del día y era algo normal incluso la convivencia con el marido y los amantes era algo lógico y a la orden del día. Pero curiosamente, se castigaba al que no se casaba humillandolo publicamente en la plaza del pueblo por no dar hijos a la patria.
Estas cosas no nos las enseñan en el cole.
En cuanto a la imaginacióncreo que es un arma peligrosa incluso de desturcción mariva. Imaginar como sería nuestra vida si de una vez le dijeramos a esa persona que nos toca la moral a diario en el curro que deje de hacerlo y afrontar las consecuencias, imaginar como sería nuestra vida si de una vez le deciamos a nuestra pareja que hace tiempo que no la queremos y que queremos acabar con esa relación, imaginar como sería nuestra vida si por primera vez entramos en un club liberal y nos gusta en demasía.....
Los que nos atrevemos a llevar adelante aquello que pasa por nuestra imaginación desde mi máximo respeto me refiero a todos los que estamos aqui, somos unos ignorantes. Alguien muy sabio y a quien quiero y querré con locura me decía: "la ignorancia es atrevida y tu eres una gran ignorante".
Espero haberme explicado y no haber mezclado muchas cosas.
Me quedo gustoso con la etiqueta de gran ignorante.. y puesto que sólo se que no se nada, aplaudo tu comentario y callo.. por ahora. :) Muy de acuerdo! :)
Eliminar¡¡Muy chulo tu comentario!! ...qué útil es la comida para poner ejemplos.
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