domingo, 7 de octubre de 2012

Falsa dicotomía, falso espectro...

Para allá, para acá... y no puedo sentarme un rato a pensar bajo el árbol? XD

De los pocos correos que me llegan a través del cuarto muro (este es un rincón chiquitito, y aparte de "los de siempre" sólo de cuando en cuando tengo noticias de nuevos visitantes al otro lado), es curioso como casi la mitad piden más sexo, y la otra mitad, menos. XD

Evidentemente este blog tiene un transfondo liberal y travieso que es lo que ha traido aquí a la mayoría de los que lo visitan, pero también es un intento de contar las cosas de una manera personal, y en muchas entradas se transluce parte de lo que yo soy, de como pienso, y de mi firme convicción escéptica (el escepticismo como proceso de pensamiento y modo de acercarse a la realidad, no en su acepción más comúnmente utilizada..).

A mi me encantaría divagar ampliamente sobre falacias lógicas, teorías de la conspiración, el absurdo de la homeopatía o por qué es un crimen apoyar al movimiento antivacunas, pero me contengo porque no me parece el lugar ni quiero aburrir al personal con mis  propias manías.

El otro día sin embargo en un post mencioné de pasada las falacias de la falsa dicotomía y del falso espectro, y me han llegado dos mails pidiendo que hiciera una pequeña aclaración. Puesto que el espacio en el blog es gratis, y que quien no sienta curiosidad se ha saltado ya esta entrada, ahí va una pequeña aclaración de andar por casa, y para que nos entendamos.

Para los que buscan cosas diferentes al sexo puro y duro en estos paseos por la red, espero que no sea muy soporífero... Para los que sólo buscan piel y desnudos, seguro que saben mejores sitios donde encontrarlos!

Una falsa dicotomía ocurre cuando se nos plantean únicamente dos opciones, implicando que sólo es posible una de ellas, y que son mutuamente excluyentes. Debemos elegir una opción y sólo una, o como mucho ninguna de las dos, sin que exista un espacio intermedio. 

Una verdadera pregunta dicotómica podría ser por ejemplo: ¿es tu primer apellido Ruiz, o Rodríguez?. O en todo caso, ninguno de los dos. No hay en realidad un espectro de posiciones intermedias entre Ruiz y Rodríguez, y ambos no pueden ser tu primer apellido. O más cerrada aún: el sol puede salir por el este, o puede salir por el oeste, pero sabemos que sólo una de las dos es cierta.

En la vida real y el lenguaje natural, nos planteamos a menudo muchas dicotomías. Simplifican el discurso y son generalmente útiles aunque no sean estrictamente ciertas. Si me preguntan "¿vienes o no?", generalmente puedo subirme al coche, quedarme, o contestar "voy luego dando un paseo", creando una tercera opción no contenida en la pregunta sin que a nadie le extrañe o le moleste, rompiendo así la dicotomía planteada.

Una falsa dicotomía clásica y muy sencilla de entender es la distinción entre "alto" y "bajo", que nos servirá además para hablar del falso espectro.  Entendemos que Juan puede ser alto si mide 2.00m, bajo si mide 1.50m, y si mide 1.75m no sabemos muy bien en que categoría ponerle. Se puede ser alto, se puede ser bajo, o se puede ser muy alto, muy bajo, y tantas categorías intermedias como se quiera, que se separan unas de otras en incrementos muy pequeños. 

A menudo cuando se nos quiere convencer de algo se nos presentan nuestras opciones como falsas dicotomías para obligarnos a forzar nuestra posición, a decantarnos "conmigo o contra mí", y eliminar el incómodo pensamiento libre, los complicados grises que tienen todas las cuestiones que de verdad importan. 

A los efectos de aquella entrada, y de este submundo nuestro, hay tanto quien plantea que "o eres celoso, o es que no quieres a tu pareja", o quien te suelta un "o te apuntas a jugar con todo el mundo, o no eres realmente liberal", intentando limitarnos las opciones y llevarnos a su terreno de una forma u otra, o a la admisión de una "culpa" vagamente formulada por la que no podemos ser incluidos en tal o cual categoría. 

La realidad es que puedes ser completamente monógamo, puedes ser un pendón desorejado, o puedes elegir muchos otros caminos intermedios según tu sentir y tu momento.

Una vez más, nadie escapa a esta trampa mental, pero conocerla es empezar a saber evitarla.

El falso espectro es en cierta manera lo contrario a la falsa dicotomía. Se asemejaría a afirmar que no existen personas "altas" o "bajas", puesto que estas categorías como hemos visto tienen infinitos puntos intermedios. Imaginemos que escogemos 50 personas entre 200cm y 150cm y las colocamos en fila de manera que cada una mida 1cm más que la anterior. 

Nuestro primer voluntario, de 150cm de altura, es bajo. El siguiente de 151cm también lo es, aunque un poco menos, y así sucesivamente. En que momento hablaríamos de que un voluntario es "bajo" y el siguiente es "alto"? Cuesta marcar un punto concreto, y aunque podríamos elegirlo arbitrariamente, sabemos que no funciona. Decir que 174cm es ser "bajo" y 176cm es ser "alto" no es una definición satisfactoria.

Lo que concluye de esto quien cae en la falacia del falso espectro es que no existe el concepto "alto" y "bajo", puesto que siempre hay un ejemplo más allá en cualquiera de las direcciones. 

Esta puede ser una justificación relativista por ejemplo para quien quiere defender que no hay acciones buenas y malas, puesto que todo es complicado, gris, y hay mil maneras de juzgar cada acción. Siendo cierto, en el centro del espectro, aún así no lo es que no existan los extremos, en los que claramente identificamos el bien y el mal.

Normalmente sin embargo se emplea para marcar un punto arbitrario de corte de su conveniencia, y negar que existe en realidad ese espectro, puesto que no podemos decidir si no lo hacemos. El primer ejemplo, polémico, que se me viene a la cabeza, es el de los movimientos antiabortistas. Ciertamente hay un largo camino desde el óvulo sin fecundar, al feto viable, listo para enfrentarse al mundo. 

Puesto que no podemos decir exactamente donde el informe grupúsculo de células se convierte en un ser plenamente formado, niegan el espectro y afirman que lo mismo es interrumpir el embarazo al primer día que al octavo mes, cometiendo una clarísima falacia para acusar literalmente de asesinas a las mujeres que no comulgan con su propio punto de vista sobre el tema.

Sin embargo, sí existen los extremos, y todos entendemos en lenguaje natural que hay alto y bajo, bueno y malo, grande y pequeño... y sí, también miles de categorías más problemáticas en medio.

Esa es la sensación que yo tengo a menudo con mis ideas; la de flotar en tierra de nadie, la de querer estar de acuerdo con esto, y también con aquello, la de matizar, llenar de ejemplos, de excepciones, la de buscar una posición flexible y un camino propio, y que sean legión los que, desde cada extremo, intentan negármelo...

Y tu, valiente... si existes y has llegado leyendo hasta aquí.. alguna vez te has sentido de esta manera? XD 




2 comentarios:

  1. Valiente, no me considero, pero si he llegado al final del texto ... :-P

    Los medios, son lugares de difícil estancia ... como buena gallega, muchas veces subo sin saber verdaderamente que bajo, y que el diablo no es tan malo, ni Dios tan bueno ... Que si hay un blanco y un negro, ¿porqué no combinarlos, y hacer un gris? ... Pero claro, ahora viene el problema del matiz de ese gris ... claro, oscuro, medioscuro ...

    No soy de extremos, además huyo de ellos ... pero él estar en el medio (en determinadas ocasiones está bien ... :P) es agotador y estresante... porque los extremos tiran de ti para que estés con ellos ...

    Por ahora, puedo presumir de que me puedo mantener en el punto medio, me encanta ser el jueves ... Que mis opiniones o mis pensamientos medien para evitar la radicalización de esos extremos ...

    Cómo siempre, liándome en mi comentario ...
    Besos 4thWall!!!

    ResponderEliminar
  2. Y es un lío encantador, como siempre en tu.. Está claro que algo de sangre gallega debo yo tener también.. por mi propia forma de ser, y por mi gusto por las cosas que da esa tierra.. ;)

    ResponderEliminar

Estamos deseando saber lo que tienes que decir... ¡Deja tu graffiti en nuestro muro!